Tanto si eres de la Comunidad Valenciana como si no lo eres, una amplia red de senderos en todas sus tipologías, te permitirán conocer en profundidad el patrimonio natural y cultural de este territorio.
En nuestro afán por acercar el mundo de la media y baja montaña, y el fomento de la práctica del senderismo, no hemos querido dejar pasar la ocasión de hablaros del que será nuestro próximo destino, el municipio de Vallada.
Situado en la comarca de la Costera, 75 kilómetros al sur de la ciudad de Valencia, es imposible circular por la A7 dirección a Albacete o a Valencia y que pase desapercibido a nuestros ojos el Tossal (con sus 726 m. de altura), el Pico del Águila y el característico Penyó (649 m.), a cuyos pies encontramos la población de Vallada, y a su lado, en ese mismo paraje de la Peña, sobre un montículo, descansan los restos los restos de un castillo de origen árabe desde el que se puede obtener una de las mejores panorámicas del valle.
A su alrededor el relieve está vertebrado por el rio Cañoles y su valle, que separa en dos el municipio, dejando la Serra Grossa al Este del Valle y la Sierra de Enguera al Noroeste.
Enclavada en ese Valle de Montesa, Vallada se encuentra en una zona de paso estratégica entre Valencia y el interior de la península. Lo estratégico de su posición se evidencia aún más por los restos arqueológicos que podemos encontrar a lo largo y ancho del municipio, que nos hablan de la gran importancia histórica que tuvo, como demuestra el hecho de que la Vía Augusta atravesase estas tierras.
Sus más de 6.100 hectáreas de superficie limitan al norte con el término municipal de Enguera, al noroeste con Montesa, al sur con Aielo de Malferit y Onteniente y al suroeste con Mogente, todos ellos municipios de gran relevancia.

Los primeros asentamientos humanos de los que los yacimientos arqueológicos nos hablan, son de alrededor del año 14.000 antes de Cristo (de aquel periodo podemos encontrar una amplia colección de materiales conservados en el Museo Arqueológico Municipal), aunque según parecen indicar los restos constructivos y la cerámica encontrados en el año 1.987, no será hasta la época romana cuando se dé el posible origen del núcleo urbano que conocemos actualmente.

Su toponimia ya aparecería citada en las Crónicas de Jaume I, tras la conquista, fecha en la que el Rey Alfonso III de Aragón la repobló de cristianos. En 1.319 Vallada es incorporada a la Orden de Montesa, y en 1.547, Fray Pedro Luís Galcerán de Borja, último Maestre de la orden de Montesa, segrega Vallada de la Villa de Montesa y le otorga jurisdicción propia y el título de Villa.
Dentro del casco urbano podemos visitar la Iglesia parroquial de San Bartolomé Apóstol, comenzada a construir a mediados del S. XVI, y pasear por sus calles, de las que son visita obligada las de San Cayetano y la de Santa Rosa (dos de las calles más representativas del casco antiguo de Vallada), disfrutando también del paseo por las calles de la Santa Cruz, San Cayetano, Santa Rosa o Santa Ana.
Indispensable visitar el Museo Arqueológico Municipal, en la C/ del Santísimo Cristo, inaugurado por Don Domingo Fletcher Valls en 1.978 y reformado en 2.007, donde encontraremos expuestos distintos materiales arqueológicos cuya cronología abarca desde el paleolítico hasta la era cristiana, y nos permitirá comprender mejor el entorno de la población y sus montañas en nuestro caminar por ellas. Antes de ir es conveniente llamar por teléfono: 96 225 70 09.

Si salimos paseando del casco urbano podemos visitar la Capilla del Divino Juez (1.784), la Ermita de San Sebastián (1.764) y la Ermita del Cristo (mediados del S.XIX), en el “Paratge de les Ermites”, donde además encontraremos un gran área de recreo desde la que parten varios senderos.
Estos senderos nos llevarán a descubrir lugares de gran interés, como els Brolladors, la Fuente de la Sarraella o el Túnel del Sumidor (que se trata de la cavidad más importante del mundo en desniveles kársticos, pero que sólo podremos visitar si somos expertos en espeleología y si llevamos el equipo adecuado y nos acompaña un buen conocedor de la galería). Siguiendo esos senderos también podremos ver el Castillo de Vallada o Castillo de la Umbría (como también se le conoce).

A través de ellos recorreremos parajes diametralmente opuestos, zonas de umbría, densas pinadas, zonas de agua y parajes fluviales, solanas y barrancos, cerros romos y escarpadas cimas. Cada uno de esos senderos balizados nos ofrece una visión distinta y hará que vivamos una experiencia diferente al recorrerlos, permitiendo que podamos disfrutar de la práctica del senderismo en cualquier estación del año con sólo elegir el itinerario más adecuado.

Nosotros hemos recorrido ya en varias ocasiones este municipio y no ha dejado de sorprendernos en ninguna de ellas y esperamos que os animéis a hacer lo mismo y disfrutéis del entorno natural y cultural de la población.
Senderos destacados:
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