Las Fallas de Valencia son una fiesta de interés internacional (que este año aspiran a convertirse en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad), y si a ese interés le sumamos el buen clima del que disfrutamos en estas fechas, es más que comprensible que la ciudad se llene de gente.

Pasear y recorrer la ciudad, acompañados de la música de las cientos de bandas que amenizan y acompañan los pasacalles falleros, ir a ver la “mascletà”, o los castillos de fuegos artificiales, ver la ofrenda, recorrer las calles decoradas y disfrutar de la espectacular iluminación nocturna de alguna de ellas o participar de la fiesta activamente son sólo algunas de las cosas que podrás hacer si te acercas en estas fechas por aquí.
Pero hay además algo que no sólo es tradicional, si no que es obligado, recorrer las calles de la ciudad viendo los monumentos, auténticas obras de arte, esculturas efímeras que desaparecerán pasto de las llamas al finalizar el día 19 de marzo, día de San José.
El “lema” de cada uno de estos monumentos ya nos deja entrever cuál será la temática sobre la que los artistas falleros habrán vertido toda su creatividad para hacer una crítica (no falta de ironía) o sobre lo que nos contarán algo con un toque de humor.
Este año, recorriendo las calles de Valencia, por un momento me he sentido en la montaña. He añorado de repente mis botas de montaña, he olvidado que estaba pisando asfalto y he dejado volar mi imaginación al tiempo que la nostalgia por los grandes momentos vividos me invadía. Allí, frente a mi, al alcance de mi mano estaba la flor y nata de nuestro patrimonio natural.
Aunque Valencia no es una ciudad enorme, he de reconocer que mi paso por la calle de Santa Genoveva Torres no era casual, y si no me hubiesen avisado me lo hubiera perdido. Nuestro amigo Miguel (por cierto, también socio del club e ingeniero informático que mantiene en pie nuestra web) me había avisado: “Manil, tienes que ver esta falla, te va a encantar”.
Pues sí, allí estaba yo, mirando el monumento, sorprendido, orgulloso, contento. Mirando cada escena de la falla, cada rincón, rebuscando entre las figuras para encontrar ese momento vivido al tiempo que descubría nuevos destinos para nuestras salidas senderistas.

Con el lema “Naturalment”, la comisión fallera de La Nova d’Orriols ha apostado en firme por la difusión de nuestro patrimonio natural. El artista Salvador Ferris ha sido el encargado de crear este maravilloso universo convertido en falla infantil y que además nos invita a recorrer a través de este itinerario virtual.
A mi entender es una labor fantástica la de fomentar y difundir este patrimonio natural entre los más pequeños y los no tanto. Este escaparate que recoge algunos de los aspectos imprescindibles de los 22 Parques Naturales de la Comunidad Valenciana , nos cuenta en sus diferentes escenas aquello más llamativo o representativo de cada uno de ellos.
Así que si te gusta la montaña y andas por Valencia no te lo pienses y acércate a ver este hermoso monumento del que sólo podremos disfrutar hasta el día 19 de marzo.
Conecta tu GPS, coge tu brújula y tu mapa, o si lo prefieres, haz clic en el enlace para llegar: Falla la Nova d’Orriols.
Rodéala, dale una vuelta, dale dos, y recuerda tus momentos vividos. Disfruta con la cara de orgullo de la comisión infantil. Deja que te cuenten ellos como son nuestros montes y cuéntales tu qué se siente al recorrerlos. Y entre vuelta y vuelta, planea tu siguiente visita, esta vez real a cualquiera de nuestros 22 Parques Naturales.
Si la falla de tu barrio también nos habla de nuestros montes o has visto alguna en tu recorrido obligatorio que también lo haga, por favor, dinos donde está porque no nos la queremos perder.